Es cierto que he tenido muy abandonado este blog y la verdad es que no tengo una excusa lo suficientemente convincente para justificar esta dejadez. Quizás el cansacio por el día a día o la falta de ilusión.
Pero Enrique Pérez Raya, mi fiel seguidor, me ha dado ánimos para volver a utilizar este espacio y opinar sobre todo aquello que me llama la atención y que quiero compartir con vosotros.
Gracias a él voy a empezar una nueva etapa de este blog, por eso he cambiado el diseño, aunque conserva la misma esencia.
A partir de hoy, iré colgando mis reflexiones con frecuencia y estoy deseando leer vuestros comentarios.