miércoles, 2 de diciembre de 2009

Violencia sin justificación

A veces, sin quererlo, sin buscarlo y sin imaginártelo te sobrecogen situaciones absurdas, a simple vista, pero problemáticas. ¿Cómo evitarlo si no te lo esperas?

Un joven guardia civil salió por la noche a tomarse algo con un amigo. Estaba aparcando su coche en una calle de Granada, cuando un argentino que estaba con su novia le dijo bastante cabreado que le iba a dar a su moto. "Como le pase algo a mi moto, te mato", fue una de las advertencias del chico.
El joven guardia civil le dijo que se tranquilizara que tendría cuidado para no darle a la moto "No te preocupes que si le hago algo, el seguro del coche responde". El argentino siguió recriminándole y su novia cogió la moto y se fue. El guardia civil no quiso seguir discutiendo por esa tontería y prefieró no hacerle caso. Entonces el argentino más cabreado aún, se lanzó sobre él y le golpéo con el casco de la moto en la cabeza, varias veces. Y el joven guardia civil acabó en el hospital.

Algunos se preguntarán por qué no se identificó como guardia civil para 'asustar' al argentino -aunque no estaba de servicio- por qué no cogieron la matrícula de la moto antes de que se fuera la novia, por qué...
porque algo así es impensable. Y le puede pasar a cualquiera porque nunca te esperas que por nada una persona pueda responder con tanta violencia.

No sé quién tiene la culpa, pero algo falla en esta sociedad, este caso no es aislado, porque desgraciadamente situaciones parecidas pasan con demasiada frecuencia.