miércoles, 24 de febrero de 2010

Rastrero como una 'Cobra'

El nombre no le pude ir mejor a este individuo, John Cobra, que es un rapero valenciano que se presentó para ir este año a Eurovisión. Se coló en la final al ser uno de los más votados por la gente en Internet; pero la lió y bien en el programa en directo el pasado lunes 22 de febrero. Le sentó bastante mal que lo abuchearan en la gala de TVE y haciendo honor a su nombre artístico, soltó bastante veneno por la boca. Sus gestos tampoco pasaron indiferentes para el público y para el jurado. Como un energúmeno se puso a 'envenenar' al público gritando: "¡Comedme la polla!" y por si no era lo suficente obvia la frase, para darle más ímpetu se agarró sus partes bajas mientras la decía. Pero no quedó ahí, también exclamó: "¡Me coméis el rabo todos, maricones!", mirando al jurado.


John Cobra le ha sacado partido a su 'minuto de oro' en televisión.

TVE pidió disculpas por ese espectáculo tan lamentable y ya no volvió a salir más en pantalla. Esos 'minutos de gloria' fueron suficientes para que todos los medios de comunicación se hicieran eco de su vergonzosa hazaña y que su vídeo haya sido uno de los más visitados en las últimas horas, ¡más de 5 millones de visitas!. Lo más llamativo de todo esto, es que al parecer -aunque no está confirmado- Tele 5 haya aprovechado la polémica de este tipejo -que se muestra muy violento en los vídeos que tiene colgados en la red-, y lo ha fichado con un contrato de 30.000 euros, algo que aseguran, estaba pactado antes de la propia gala de Eurovisión. Y es que parece que todo vale para conseguir audiencia.


Mario Baquero, es el nombre real de esta 'serpiente' que tiene vídeos colgados en Internet de cómo trepar balcones y dar goles 'fulañeros' "que son goles traicioneros que no vienen a cuento", se deja romper una botella de cristal en la cabeza y hace propaganda de una web pseudoerótica porque según asegura "es un placer ver a una mujer en cueros". Este tipejo estuvo en prisión por su implicación en una paliza cuando tenía 22 años. Y lo más fuerte es que va por los institutos pavoneándose como un 'ídolo' y los jóvenes le jalean.

Por lo menos ha tenido un poco de educación y el pasado miércoles 24 de febrero, le pidió perdón a la presentadora de la gala, Anne Igartiburu, que intentó tranquilizarlo como pudo -sin perder los papeles y demostró ser una profesional de los pies a la cabeza-. No sabemos si se va a enriquecer paseándose por los platós de diferentes cadenas de televisión o le saldrán más bolos en su tierra, pero ya ha conseguido que se hable de él, aunque sea mal.